miércoles, 22 de enero de 2014

SI ESTA NOCHE ME DICES VEN.
Si esta noche me dices ven...
Espérame con la puerta abierta que yo...
calmare tu sed.

Si esta noche me dices ven...
Vístete tus encajes de seda y delicada transparencia
acuéstate en tu cama... con aquella mascara,
la de arlequína de sonrisa dormida.

Si esta noche me dices ven...
prometo esconderte entre mis brazos
amarrado a tus caderas como un lazo,
anudado con mis piernas a tus piernas,
con mis manos a tu pecho...
al vientre que acorta distancias a tu profunda caverna.

Si esta noche... sí... cuenta con ello,
que beberé la esencia que crece en la esencia de tu presencia.
Abrazaré tu fémina piel recorriendo tu nuca con mis besos,
los que nacen del morbo más perverso.

Son caricias que engendro con pensamiento del suspiro intenso
cuando en ti me hago eterno.

Si, esta noche...
el hechizo brota en mi sangre como adrenalina salvaje,
no... no pediré, robaré el anima de tu alma divina
para hacerla mía con el sentir de los sentidos que son...
gritos del silencio apagado en los gemidos de la pasión del amor,
ese amor que es eterno en la efímera exhalación del último suspiro.
Si... esta noche, esta noche dime... VEEENNNN...
susurros casi intocables como cálida brisa que lamen la piel.  

Si me llamas esta noche...
seré presencia de vida en la vida de la ausencia de los sueños imposibles,
que no tendrán cabida en el querer que nace...
al desvestir del desgarre de cuerpos que aman sin censura,
avivando fantasías que desvelan libertades aprendidas
entre retorcidos besos que despiertan lujurias calladas
de la sensualidad desnuda, que no se agota entre la ternura
que te habita dentro y me anida a tu universo.

Amarte es el deseo que me rompe por dentro por eso...
si esta noche me llamas...
me haré presencia comiéndote a besos,
nadaré en los sinfines de la utopía del paraíso que
despierta en los labios del amante que se hace perfecto
llenando los huecos del alma con un solo gesto.

Mirame...
mirame a los ojos cuando sucumbas al placer más intenso,
después... duerme, duerme en mi,
que mi pecho sea tu almohada, y mi latir...
la nana que acurruque tu dormir, aquí... en mi
Ana Mari

No hay comentarios:

Publicar un comentario