TERROR
EL
SUEÑO DE UNA NOCHE SIN LUNA
Concentradas
alrededor de un virginal féretro tan blanco como los cirios que lo
rodean, siete mujeres se sumergen en la
noche de los muertos con
el murmullo acompasado del rezo del rosario. Siete preñadas elegidas
para luchar contra las tinieblas del inframundo. Atemorizadas,
penando ante la que más poder tenía para librar al mundo del
horror. Apenas se atreven a mirar el joven rostro de Blanca, la
adolescente asesinada por una fuerza descomunal salida del
reflejo de
su propio espejo. La luz de los candelabros bailan en asustado vaivén
al oírse en la lejanía el aullido de un perro que
pasó de ser manso a ser diabólico,
guiado
por la sombra de un lobo negro,
su
aullido se siente como dolor agudo al
tiempo que la luna queda totalmente tapada. La niebla cae como espeso
manto deslizándose
con aliento
helado.
Noche negra, noche enlutada, noche castrada en calles vacías,
silenciosas, oliendo a sangre, a cuerpos sin vida amputados a
mordiscos por las fieras guiadas por el
alma satánica del escalofriante
aullido. El tintineo de unas llaves encasquillándose entre prisas y
alboroto en una cerradura que se resiste a ser poseída acalla el
murmullo de los rezos, un portazo, y las siete levantan la vista al
mismo tiempo, con el corazón desbocado: -¡¡YA LLEGAN, YA
LLEGAN....!!! -grita el padre Rogelio corriendo hacía ellas.
-¡¡ESTAN AQUÏ!!
Las
primeras punzadas de insoportables dolores de parto y caen de
rodillas. Ha empezado. Los cristales de los ventanales vuelan en mil
pedazos, las puertas arrancadas de cuajo, las paredes se agrietan con
sonido ensordecedor y ellas... apretando las mandíbulas siguen
haciendo corrillo alrededor del blanco ataúd cogidas de las manos,
hincadas de rodillas entre gritos de miedo, terror... dolor. Los
señores negros de enrojecidos ojos se acercan relamiéndose por el
deseado fruto de sus abultados vientres. Natos que serán mordidos
inyectándoles almas diabólicas, futuros reyes de continentes, reyes
del
aire... del mar, los
cuatro elementos de la vida están a punto de ser poseído,
gobernados por el mal.
En el último minuto el padre Rogelio, aun jadeando, rocía el suelo
alrededor de ellas, con agua bendita mezclada con gotas de la
sangre
de la joven Blanca.
Rabiosos
los señores negros se ceban con
el
cura
que
juró por su vida, por su alma, por toda la sangre derramada,
proteger a las elegidas.
Lo
apartan de su camino lanzándolo
al
techo, dejándolo
suspendido
como araña con las tripas colgando como lianas de vivas culebras, y
en un último intento expulsa
un
suspiro de vida sobre el blanco ataúd, al
instante en que el
más doloroso empujón de
las siete elegidas... las resquebraja, abriendo paso
a
las criaturas que
nacen al
mismo tiempo.
Y
el
circulo sagrado
se rompe. El
llanto
mudo de los recién nacidos
provoca
una inundación
de
sangre que
chorrea por las
paredes del
ataúd,
y el cuerpo de Blanca emerge lentamente rodeada
de
un haz de luz. Los espectros del mal, con prisas adquiridas,
extienden sus brazos atrayendo a las madres, que arrastrándose, se
resisten a entregar a sus hijos, y en un último grito de lucha una
de ellas lanza a su hijo al haz de luz, y
como una cadena enlazada los otros seis le siguen,
levitando
junto al
cuerpo inerte de Blanca, mientras
las madres defienden inútilmente el circulo que se tiñe de rojo
por
mordiscos y desgarros de los
endemoniados
colmillos de los señores negros. Antes de abandonar definitivamente
la vida las siete mujeres llegan a ver a Blanca de pie, como guerrera
preparada en su ataque final. Con los recién nacidos levitando
como querubines a su alrededor convierte
sus cordones umbilicales en arma mortal, y de un solo y certero
latigazo, arranca las cabezas de los señores malignos, que caen a
sus pies esfumándose como humo.
Los rayos de sol se cuelan entre las persianas como
primer regalo de cumpleaños de una quinceañera soñadora, y una voz
invisible, como único despertador, le grita:
-¡¡¡Despierta...Blanca!!!
¡¡¡Despierta....!!! hoy
es... HALLOWEEN.