LA LLAMADA.
Suena el teléfono:
- siii... ah... ola eres tu. Que tal Toni?
-Bien, ¿que
haces... Interrumpo algo?
-Eh... no, no que
va, solo estaba... pensando
-¿Pensando? Que
curioso... yo también estaba pensando...
-Payaso, cuando
piensas me das miedo, eres como chuqui... uffff... un payaso
aterrador.
-¿Payaso
aterrador...? ¿Dime Lara... que es lo que te asusta de mi con lo
encantador que soy?
-Mejor no te lo
digo.
-Dime entonces...
¿en que pensabas Lara? En que piensa una chica como tu en una noche
como esta?
Una risita nerviosa
se escucha del otro lado cambiando la melancolía de él en una
sonrisa burlona.
-Eres único
rompiendo mis pensamientos.
-Y tu única
entrando en los míos. Dime Lara... ¿en que pensabas?
-En una noche como
esta. En esas gotas de lluvia que empiezan con goteo de aviso y
acaban en chaparrón. En... la frescura con la que se cuela por el
cuello de mi blusa... hasta empaparme la piel y... como se hace
insistente aunque le cierre las puertas golpeando mi ventana. Pensaba en... en el desborde de una caricia.
-Hasta en eso eres
única, haces de un aparatoso “casi polvo” en la parte de atrás
de un coche en algo romántico. Si... yo también pensaba en eso,
pero no en la lluvia que nos caló los huesos, yo pensaba en tus
besos. Sabes... tienes la boca mas deliciosa que jamas haya besado
y... no te puedo arrancar de mi pensamiento. ¿Me dejas repetir?
¿quiero maaássss?
-Lo ves... das miedo
pero... me encanta ese miedo. ¿Que me harás si te doy otra
oportunidad?
-Uhmmm... voy a
comerte. No sabes las ganas que tengo de... comerte y te aseguro
que no habrá un “casi”
-¿Eso significa que
irás preparado?
-Ya he metido una
goma en mi cartera.
-¿Una?
Esta vez es a él a
quien se le escapa la carcajada, despertando en ella una sonrisa
muy... gatuna.
-No te preocupes...
dejé la caja en el coche.
-Uuuaaauuu... te ha
gustado el coche.
-Prefiero más
espacio. Quiero comerte aquello que no conseguí saborear, ya te
he dicho... te comeré toda y no habrán interrupciones de mossos ni
de la madre que los parió.
-Lo ves... miedo me
das.
-¿Por...?
-Porque estas
hambriento y yo... sedienta.
-Ufff... eso me ha
gustado, puedes saciarte a gusto, me dejo beber todo.
-Dime Toni...
-Lo que quieras
cielo
-¿Desde donde me
llamas?
-Desde... donde
pienso traerte la próxima vez y escuchar tu voz me está
poniendo... uhmmm... no me quito tu boca de la mente.
-Bueno... póntela
en otro sitio.
-Siii... oh siii...
pienso ponerla ahí
-Ahí donde?
-No me seas mala, sabes muy bien donde... uhmmm... ya la estoy sintiendo, dime que
venga y en tres minutos me tienes tocando tu puerta.
-Lo ves... eres como
esa lluvia insistente que choca contra mi ventana.
-Significa eso que
no quieres que choque contra ti?
-... Me gusta la
lluvia... su murmullo... su... insistencia por atrapar mi piel.
-Oh... mi niña...te
gusta que insista, te gusta ponerme a cien y... Mala... eres una
chica mala. Dime que venga y prometo colarme como esa lluvia por tu
blusa y mojarte toda. Si... no...? dime que si... dime... ahora...
dime ahora, dime que lo quieres todo ahora.
-Justo ahora?
-Si... justo ahora.
Lara... te deseo ahora, te deseo después de ahora, te deseo después
del después... te deseo Lara, ahora mismo y... te he deseado desde que te
vi en la fiesta de tu graduación, con capa negra y birrete estabas
preciosa. Recuerdo que el viento te voló la capa y al abrirse... se
me disparó el pecho y desde entonces no pude pararlo. ¿Porque no me
viste entonces? ¿Porque ahora...? Dios Lara... no puedo dejar de
pensar en ti, cuando conseguí olvidarte vas y regresas a mi vida
y... me revuelves todo. Sigues siendo... mi chica.
Una triste sonrisa
llena la boca de Lara.
-Sabes Toni...
cuando te conocí yo tenía doce años y tu... tu eras el capullo que
vivía encima, el eterno soltero que no deseaba ser atrapado, un
guapo conquistador que cambiaba de chica cada semana y que siempre
tenía un chiste para mi padre. Eras un imposible. No podía ponerle los
ojos al soltero que las cataba todas y no se quedaba con ninguna.
No... tu eras un imposible. Siempre fuiste un imposible, el que
sacaba de apuros a papá, su cómplice, su financiera, lo eras todo
para él y no podías ser nada para mi. Si... eras, y sigues siendo
un imposible.
-...No... no me
digas eso... ahora no... no tengo edad para seguir esperando y...
sabes lo que siento.
-Si lo se... ahora
lo se y no deberíamos, no, no deberíamos por el. No lo entenderá, nadie lo
entendería, ni siquiera yo lo entiendo, te adoraba tanto que quise
ser como tu. Libre. Te espiaba cuando estabas con ellas... aprendía
de ti hasta que papá me pilló y me metió en aquel colegio donde te
perdí de vista hasta el día de mi graduación.
-Tu primer abrazo
fue mío y lo deseaba tanto. Me agradeciste que te trajera a tu
padre y desapareciste con aquel muchacho. Sentí los celos que
nunca antes había sentido, fue ese disparo... cielo... ese disparo
me llegó hondo. Me volvía loco intentando acercarme a ti y tu... ni
me veías.
-Yo... yo huía...
como debo seguir huyendo ahora.
Un suspiro ahogado
entre las primeras lagrimas de ella. -Sigues siendo un imposible...
debo seguir huyendo de mis sentimientos...
-¡No...! ahora
no... mi niña te estas rayando... ¿lloras? ¿estas llorando? voy
para allá.
-¡¡NO!! Si vienes
...no te dejaré marchar.
-Entonces... abre la
puerta porque... estoy aquí, y no me quiero ir.
Riiiinnn el timbre
de la puerta suena y Lara sale corriendo a abrir... es él, con el
móvil en una mano y una botella de vino blanco, el preferido de
ella, en la otra.
-¡¡Ohhh... Toni...
estás loco!! Mi padre... ellos...
-SSSSsss... esta
noche... solo existes tu.
Y es un beso el que
cierra la preocupada boca de ella, que no se resiste ni se hace
insistir reaccionando al sabor de ...su experta lengua... un
recorrido que la transporta. Si, esa noche solo existía ella, y la
siguiente y todas las que pudieron robarle a la vida, para amarse
como siempre se habían amado, en silencio, a escondidas.
Una llamada, a veces
una llamada... cambia el resto de la vida.
Ana Mari Madrid.
Conservas ese poder de transmitir con el relato de una forma exponencial, felicitaciones !!!
ResponderEliminarGracias Edu... me alegran tus palabras. Intento llegar al lector, que disfrutéis con mi lectura, que os enganche, que os robe el sueño, normalmente se lee antes de ir a dormir para relajarse y que el sueño te atrape antes pues yo... quisiera lograr el efecto contrario... que no podáis abandonarme, que necesitéis una pagina más y que al dormir soñéis con el capitulo siguiente. No se si lo conseguiré pero en eso estoy. Un abrazo amigo Edu.
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