martes, 7 de enero de 2014

PASAJE DE IDA.

A la que lloró como nadie por amor.
Una niña, una gran mujer... mi madre.

Capitulo 5, pagina 59.
Los rayos de sol acariciaron su cara y la despertaron de un profundo sueño del que no recordaba haber disfrutado desde que su madre desapareciera. Alba se levantó corriendo las cortinas que la noche anterior había descorrido para embelesarse con la luna reflejada en el inmenso mar, que parecía unirse con el negro cielo plagado de estrellas. Volvió a echarse en la cama, protegida ya de aquel sol que la deslumbraba, y recorrió con la mirada cada rincón de la pequeña habitación. <<No está mal, pero este sueño no es mío>>, pensó, recordando el porqué estaba allí. Había huido del infierno y no quería causar problemas. Tenía que conformarse y agradecer la ayuda que le ofrecían, aunque su orgullo la estuviera quemando por dentro. Necesitaba de aquella mujer de la que ni siquiera recordaba su nombre. <<La catalana es una buena persona, así que a callar y a aguantarse, y sobre todo a esperar a ver qué pasa. Solo espero que no nos traiga problemas. Ellos no lo merecen. Dios mío, ayúdame, ayúdanos a todos>>. Mientras se vestía no podía dejar de pensar en todo lo que les podría pasar si él la encontraba.
Salió de la terraza que daba la vuelta a todo el apartamento y, acariciando la barandilla, que estaba llena de polvo, dio la vuelta paseando y aspirando el aire que sabía a sal. <<¡Es precioso!, ella tenía razón. ¡Me gusta! No me costaría nada acostumbrarme a todo esto>>. Levantó los brazos y las manos estirándose, mirando sonriente aquel cielo cegador, dando vuelta queriendo tocarlo. Estaban en el último piso y era como estar en aquella inmensidad azul que se juntaba con el mar, donde navegaban barquitos llenándolo de color y vida, una vida que ella se había negado y que ahora brotaba con ganas de derramarse para sentirse parte de ese mar que adoraba. Quería gritar de gozo al verse empapada de tanta belleza, pero solo pudo ahogar un suspiro en su garganta al sentir que todo eso no le pertenecía....


Capitulo 17 pagina 197
...¡Maldita zorra , todas sois iguales, no sabéis follar, pero yo te enseñaré!
Se sacó el cinturón del pantalón y, cuando iba a golpearla, sonó el teléfono. Lo miró, la miró y la golpeó con toda su alma con la hebilla del cinturón, al tiempo que esta lo esquivaba con un movimiento rápido de su antebrazo al ver que iba directo a su cara. Volvió a sonar el teléfono. dejó caer el cinturón, miró aquel aparato insistente y luego a ella, escupiéndole a gritos:
-¡Vas a aprender, te voy a joder viva! Vas a saber que es tener una verdadera polla entre tus piernas. Mírate,  no vales nada, eres una puta mierda.
De pronto corrió hacia ella lleno de rabia y, como si fuera un balón, le pegó con todas sus fuerzas una patada en la cara que la estampó contra la pared rebotándole la cabeza y desplomándose como un saco. Volvió a sonar el teléfono y esta vez corrió a cogerlo. 
Lolita intentó escuchar, pero solo oía una voz distorsionada entre ecos aguados que no podía entender. Hubiera deseado quedar inconsciente para no sentir tanto dolor y que el zumbido que sentía en su cabeza desapareciera. No podía moverse, no podía abrir los ojos.
<<¿estoy muerta? ¿Es esto lo que se siente al morir?>>....


UNA HISTORIA LLENA DE EMOCIONES CON UN SORPRENDENTE FINAL...
   


2 comentarios:

  1. El contenido es brutal: he podido sentir el dolor en la cara, el terror en mi cuerpo, la agradable sensación de tener al mar y al cielo cerca...

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  2. Pues ya sabes beato... la encontraras en cualquier librería, solo tienes que pedirla dando el titulo, mi nombre, y la editorial "Patumaire" te aseguro que te gustará, he tenido muy buenas criticas, que más que criticas han sido halagos. Se les ha hecho corta y eso es bueno porque ya esperan mi próxima obra. Un abrazo beato.

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